lunes, 28 de septiembre de 2015

Anatomía de un chasco.

Hola mis queridos cirujanos, hoy voy a contaros un cuento...

Érase una vez, hace doce temporadas, una serie de médicos, casi una telenovela, con una dosis de drama más alta que la aguja de Seattle, que llegó a ritmo de Snow Patrol y lo hizo para siempre. Como en todos los cuentos, había una princesa, en este caso atormentada y con tendencias suicidas y un príncipe ¡y menudo príncipe! Pero que pasó, que el Christian Andersen de esta historia, se puso chulito en modo diva y se cargó al príncipe porque le dio la gana.

Evidentemente, hablo de Anatomía de Grey y de Shonda Rhimes.

Sé que Anatomía de Grey no es una serie de culto, tipo Los Soprano o The Wire, no es que haya roto los esquemas seriéfilos pero es una serie QUE ME PIRRA. La he seguido fielmente durante sus once temporadas con sus vivos y sus muertos, sus idas y sus venidas y sus mega dramones. Diez años de fidelidad que están a punto de irse al garete.

Prácticamente la undécima temporada se sustentó sin el príncipe de esta historia, pero cuando decidieron matarlo (y tan cruelmente) dije "¡HASTA AQUÍ HEMOS LLEGADO!" Me enfadé mayúsculamente y como yo cientos de fieles seguidores indignados.

Para recuperar el afecto del público Anatomía de Grey tenía que volver a lo grande, usando todas las armas de que dispone, la prueba de fuego para demostrar que su esencia cercenada podía sobrevivir a esta última mutilación.

Y así llegó el 12x01 de Anatomía de Grey que en España se emite por FoxLive 24 horas después de su emisión en Estados Unidos en versión original subtitulada.

¿Qué decir de él? Que es un auténtico fracaso. Pretende ser como muy intenso y resulta sobreactuado. Mezcla en un solo capítulo homofobia, bullyng, pederastia y emigración con un resultado un poco patético. Dos niñas lesbianas, una musulmana, se echan a las vías del tren para poder estar juntas (¿?) porque la madre de una de ellas la va a mandar a un campamento para dejar de ser lesbiana (¿eh hola?) a sabiendas de que allí hay Pastores que abusan sexualmente de las niñas. Todo esto mezclado con el bullyng. (Buff...)

Lo siento pero es excesivo, las reacciones de los personajes exageradas (especialmente Callie), la dirección del capítulo por momentos inconexa, la música (aunque muy molona) no venía a cuento, hits actuales en versión lenta... un capítulo para olvidar.

¿Lo bueno?
1) Avery y su calma pese a las intromisiones en su vida privada.
2) Las vistas aéreas de Seattle.
3) Que volviera a aparecer la pasarela del hospital. Es una tontería, pero me da rabia cuando cambian cosas de las series (personajes, escenarios, anécdotas..) y esperan que no nos demos cuenta. La pasarela en cuestión llevaba sin salir como 2 temporadas y no sabía por qué, pero ¡ha vuelto!

                                     (Creo que nadie más que yo echaba de menos esta pasarela)


De todas formas, aunque este capítulo ha sido un bodrio, espero que vuelva a pillar ritmo pero con calma, sin drama barato, eligiendo bien la banda sonora, con tramas interesantes y algún lío amoroso, respetando  siempre el duelo por el Príncipe caído.

¿Vosotros sois de Anatomía de Grey? ¿Creéis que es serie "sólo de chicas"? ¿Os ha parecido el capítulo tan cutre como a mi?

¡Espero vuestros comentarios!

Mientras, os dejo una de mis escenas favoritas de la serie (sin ser yo fan de Izzie&Denny).

                                       

¡Hasta la próxima cirujanos sexys!

miércoles, 9 de septiembre de 2015

Bomba lacrimógena

¡Buenas noches queridos lagrimones!

Hoy empezamos el nuevo curso 2015/2016 y lo vamos a hacer a lo bestia, ¡llorando! La culpa de todo la tiene ni más ni menos que Alice, la protagonista de "Siempre Alice" ("Still Alice").




Situación: Viernes noche tranquilito, empiezo a zappear en busca de una película interesante y de pronto me encuentro con ésta, la responsable de que Julianne Moore tenga al fin su Oscar y pienso " Venga va, la veo en versión original a ver si se lo merece". Ya estaba perdida, no había vuelta atrás. Las compuertas de mis lagrimales se abrieron para no cerrarse. ¡Que llorera! Hasta tres veces lloré. La película está bien hecha, la interpretación de Julian Moore es tan, tan, tan buena que duele. Empatizas con su dolor, con su frustración, con su miedo y con el de su familia. Pero no, no os la recomiendo si no os sentís fuertes. Es una película muy dura que no necesita de sentimentalismos para que te vayas a cama con una gran desazón en el cuerpo.

El caso es que esta llorera me hizo recordar otras grandes lloreras de mi filmoteca particular. Digo filmoteca y no "serioteca" porque mis lágrimas en el ámbito seriéfilo están colonizadas por Anatomía de Grey. Con decir que en este final de temporada me pasé todo el maldito capítulo llorando (TE ODIO SHONDA RHIMES) y media hora más también... No quiero ni recordarlo pero porque me enfado pero ¡¿¡¿DIEZ AÑOS VIENDO LA SERIE PARA ESTO?!? ARGGGGG

Ommm.....
Ommm...
Perdón. Ya me centro.

El caso es que me acordé de estas otras películas que de un modo u otro siempre consiguen que acabe llorando.


  • Lágrimas de ternura. En dos palabras: "Big Fish". Me resulta imposible no emocionarme con ese final. Toda la peli es un canto al amor romántico de pareja, pero el final supone la coronación del amor paterno filial y me puede.



  • Lágrimas pasen los años que pasen. "Mujercitas". Esta película es de 1994, la habré visto un trillón de veces, si estoy haciendo un repaso y la pillo empezada siempre me vuelvo a quedar hasta el final. La escena en que el personaje de Beth (Claire Danes, que es una pedazo de actriz) le dice a Jo que no tiene miedo a lo inminente, siempre me conmueve. 

  • Lágrimas inesperadas. "La fuerza del cariño". Aquí la bomba lacrimógena me atacó sin avisar. Estaba haciendo un repaso y de pronto vi a Jack Nicholson sobando a Shirley MacLaine descaradamente y pensé que sería una película simpática, pero en absoluto. Es un dramón tremendo. Esta película de 1983 arrasó en los Oscar de su año, se llevó prácticamente todo, mejor película, mejor director (James L Brooks), mejor actor de reparto (Jack Nicholson precisamente), mejor actriz principal (Shirley MacLaine) y mejor guión adaptado. Trata sobre la relación madre-hija. ¿Solo eso? ¿Lloraste por eso? No queridos, pero no os lo quiero contar, porque seguramente de esta lista sea la única que no habéis visto y os la recomiendo. Os dejo el trailer. 




  • Lágrimas en el cine."Una cuestión de tiempo" Pocas veces he llorado en el cine, creo que esta vez ha sido la única y mereció la pena. Fui a ver "Una cuestión de tiempo" en la fiesta del cine de hace un par de años, la entrada me costó 2.90€. El trailer no me seducía nada, parecía la típica historia romántica aunque con el plus de los viajes en el tiempo y por ese precio no me importaba darle una oportunidad. Tras verla me alegré de haber tenido esos prejuicios porque gracias a ello pude disfrutar de una película excepcionalmente bonita y tierna, muy muy tierna. Al fin y al cabo, su director es Richard Curtis, el hombre que nos regaló a toda la humanidad esa joya llamada "Love Actually". Es una película por la que merece la pena llorar.






Y vosotros ¿habéis llorado en el cine? ¿Qué película os deja siempre moqueando? 

¡Espero vuestros comentarios y bombas lacrimógenas!